Bye bye verano, bienvenido otoño
Las estaciones inciden en las personas en el ámbito físico, químico, mental y emocional. Nuestro cuerpo está hecho para interactuar y adaptarse al entorno y los cambios que se producen en la naturaleza nos afectan de manera directa. El otoño es una estación de transición entre extremos. Venimos del calor veraniego y nos preparamos para el frío del invierno. Disminuyen las horas y la intensidad de la luz solar, aumenta la humedad, tenemos cambios repentinos de temperatura (o al menos así “debería” ser). Es un momento de renovación y cambio, de descomposición y limpieza, óptimo para deshacernos de todo aquello que ya no necesitamos. A pesar de que es un buen momento para hacer procesos de detoxificación, y que puede ser ideal para reforzar nuestro sistema, siempre conviene hacerlo bajo consejo y supervisión de